domingo, 2 de diciembre de 2012

             Esta entrada es un seguimiento a mi proyecto de investigación  que lleva por nombre "INFLUENCIA DE ALGUNOS SEGMENTOS DEL ESPECTRO LUMINOSO EN EL CRECIMIENTO DE LA CARAOTA (Phaseolus vulgaris)."


Planteamiento del problema

La luz es un importante factor ambiental que controla el crecimiento y el desarrollo de las plantas mediante la fotosíntesis, que es el proceso por el cual los vegetales con clorofila convierten la energía luminosa en energía química; la energía luminosa se transmite en forma de fotones. El fotón es la unidad fundamental de la luz y tiene simultáneamente propiedades de partícula y de onda. La energía de un fotón depende de la longitud de onda. De allí pues, que para que la fotosíntesis se lleve a cabo no sólo necesita de la luz también requiere una amplia serie de pigmentos, enzimas y otros compuestos para funcionar.
            Los pigmentos forman parte de las moléculas más importantes para el funcionamiento de la planta. Constituyen una gran variedad de tipos diferentes de moléculas entre las que se encuentran los carotenoides, antocianinas y las betalainas. El color particular que presenta un determinado órgano vegetal depende generalmente del predominio de uno u otro pigmento o la combinación de ellos. La planta puede usar la luminosidad absorbida para potenciar ciertas reacciones químicas, mientras que la luz reflejada determina el color del pigmento que se mostrará a la vista.
            La clorofila es el pigmento primario; es una porfirina que absorbe la longitud de onda roja y azul reflejando la verde, por lo que es precisamente su presencia y mayor o menor abundancia la que da el característico color verde a las plantas. Es también la que, al interceptar la luz, incentiva la fotosíntesis. Otro de los pigmentos son los carotenoides que son tetraterpenoides rojos, naranjas o amarillos. Funcionan como accesorios ayudando a incentivar la fotosíntesis al reunir longitudes de onda que no han sido absorbidas por la clorofila. Las antocianinas son flavonoides pigmentarios liposolubles que se muestran rojos o azules dependiendo del pH. Y por último Las betalainas que son pigmentos rojos o amarillos y, al igual que las antocianinas, son liposolubles pero, a diferencia de ellas, son compuestos indol-derivados sintetizados de la tirosina.
            Cabe considerar, por otra parte que se conoce como espectro visible a la región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir. A la radiación electromagnética en este rango de longitudes de onda se le llama luz visible o simplemente luz. No hay límites exactos en el espectro visible; un típico ojo humano responderá a longitudes de onda desde 400 a 700 nm aunque algunas personas pueden ser capaces de percibir longitudes de onda desde 380 a 780 nm. En este sentido las plantas usan la luz comprendida entre los 400-700 nm (conocida como radiación PAR, radiación fotosintéticamente activa, o luz de crecimiento), variando el efecto de la longitud de onda según las horas del día y los estadios de crecimiento de la planta. El espectro de la radiación recibida puede afectar a propiedades como el aspecto y el momento de la floración, y, por ejemplo para plantas con aplicaciones medicinales, puede afectar al sabor, al olor y al valor farmacéutico y/o nutricional. Es importante señalar que cualquier onda provoca la reacción luminosa pero no todas provocan en las plantas el máximo rendimiento.
            Según lo antes expuesto las diferentes longitudes de las ondas captadas por las plantas puede producir un efecto en  las mismas, es por ello  que esta investigación pretende evaluar la influencia de algunos segmentos del espectro luminoso en el crecimiento de la caraota (Phaseolus vulgaris).

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